Su nombre es un acrónimo de tres palabras clave en la historia de su generación; “O” de Odet, la región y el río dónde se instaló su primera fábrica papelera en 1822, “C” de Cascadec, dónde se alquiló (1893) y compró (1917) la segunda fábrica y “B” de Bolloré, el apellido de la familia que fundó y dirigió este gran negocio durante 6 generaciones.
Inicialmente, la empresa se centraba en la producción de diversos tipos de papel, dedicado a la escritura. No fue hasta 1870-1880, cuando el Bolloré que dirigía la empresa por aquella época, que era un gran aficionado al mar y a los viajes, volvió de China y redacto su libro “Voyages en Chine”, donde explica sus andadas por esas tierras remotas, de donde se cree que trajo los secretos de la fabricación del papel fino. En este momento nace la fabricación de papel de fumar en Francia. Dicho libro se publicará en 1917, junto a la aparición reciente del primer librillo de OCB, “Le Coq Français”.
En 1918 Nace la marca OCB tal y cómo se conoce, y en 1930 el 90% de la producción se exporta a los EUA.
Hasta 1981 la empresa crece y se expande comprando otra gran fábrica en Francia. En ese momento se crea “Bolloré Technologies”, prestigioso e internacionalmente conocido, que otorga a OCB los medios industriales para catapultarse hacia el futuro.
Finalmente en 2000, Don Levin, dueño de la empresa americana “Republic Tobacco”, y principal cliente de “Bolloré Technologies”, compra la marca OCB, imponiéndola en Europa y el mundo entero.
Este hecho, sumado a la amplia gama de productos que ofrece la marca, su calidad y su disponibilidad, hacen que como fumador tengas donde elegir, sintiéndote 100% satisfecho con tu hábito.